Nuestro motor es cambiar vidas.
Cada una de nuestras prendas tiene un elaborado proceso de producción y es gracias al trabajo de mujeres y hombres que Pimperl es posible.
Nuestra cadena de valor está basada en el comercio justo y tiene una misión humanista para mejorar la calidad de vida de todas las personas que trabajan con nosotros.
Con apoyo de nuestro aliados y colaboradores hemos logrado los siguientes impactos:
Hemos contribuido al desarrollo de una comunidad
de +50 artesanas en Temoaya, Estado de México.
Con este trabajo las mujeres de esta comunidad han
podido obtener independencia económica, enviar a sus hijos
a la escuela y profesionalizarse en otras técnicas para seguir
creciendo.
Para cortar y confeccionar nuestras prendas trabajamos con la familia Verde García.
A pesar de contar con más clientes, nosotros trabajamos con ellos a través del comercio justo ofreciendo un pago 10 elevado de la media de la industria y nos aseguramos que sea correctamente repartido a sus trabajadores.
Queremos romper el tabú de que las personas dedicadas al arte no pueden ganarse la vida.
Por eso con nuestra primera colección compramos 4 obras de arte a diferentes artistas y los apoyamos con difusión antes, durante y despues de la colección. Con este trabajo queremos que los artistas obtengan nuevas oportunidades para dar a conocer su obra.